sábado, 8 de noviembre de 2014

PARA UN GUSANO COMO YO-8 DE NOVIEMBRE 2014

NOVIEMBRE
8
Para un gusano como yo
Lectura bíblica: Salmo 86:11–17
Pero tú, oh Señor, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y grande en misericordia y verdad. Salmos 86:15
El concepto que Sandra tiene de sí misma no puede ser peor. Escucha lo que dice: “Soy peor que un gusano. Un gusano se puede arrastrar debajo de la tierra y esconderse sin dejar huellas. Yo soy más bien como las feas babosas en mi patio. Por dondequiera que van, dejan esta huella horrible de baba. Así soy yo. Por dondequiera que ando, arruino todo”.
¡Qué concepto triste de sí misma! Y es el doble de triste porque Sandra es creyente. Pero ella no tiene idea de su verdadera identidad. No es un gusano ni una babosa. Comete errores, como todos lo hacemos, pero dista mucho de “arruinar todo” dondequiera que anda.
Si eres un creyente que no está convencido de su verdadera identidad como hijo de Dios amado, valorado y competente, los resultados en tu vida pueden ser lúgubres:
     Héctor tiene un concepto de su mundo que lo llena de miedo y lo deprime.
     Felicia considera las situaciones nuevas o inesperadas como amenazas que la sofocan.
     Miguel se atribuye la culpa de todas sus dificultades.
     Charo se mete en su caparazón para ahuyentar a la gente.
     Sarita no puede confiar en nadie que la trata bien.
     A David le cuesta aceptar los elogios.
     Lidia siente que su mundo se le viene encima y que la aplasta.
Cuando dejas que uno de estos conceptos feos de ti mismo controlen tus pensamientos, dejas que te dominen las cosas que te pasan. No tratas de cambiar o desafiar a tu mundo.
Pero cuando estás seguro de que Dios te considera digno de ser amado, valioso y capaz, recibes las situaciones difíciles como oportunidades de confiar en Dios para que te saque adelante. Incluyes a otros en tu vida como compañeros que te ayudan a llevar tus cargas. Y sabes que el plan de Dios es hacer grandes cosas a través de ti, y que lograrás cosas significativas para la eternidad.
Quizá tengas momentos cuando piensas como Sandra. Es entonces que puedes estar seguro de que Dios comprende exactamente cómo te sientes, y que te ama completamente. Él es un Dios compasivo. Sabe que a veces te sientes como un gusano pero también sabe esta verdad: ¡Eres mucho mejor que cualquier gusano!
PARA DIALOGAR: ¿Qué significa el que Dios sea compasivo? ¿De qué manera puede la compasión de Dios ayudarte a rehacer tu vida si quieres que lo haga?
PARA ORAR: Señor, gracias por tu compasión. Gracias por tener un magnífico concepto de cada uno de nosotros.
PARA HACER: Ayuda a tus familiares a detectar cuando no se ven dignos de ser amados, valiosos o capaces. ¡Recuérdales que son mucho mejor que un gusano!
McDowell, Josh. Johnson, Kevin: Devocionales Para La Familia : McDowell, Josh. El Paso, Texas, EE. UU. de A. : Editorial Mundo Hispano, 2005, S. 8 de noviembre

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